Barranquismo, comienza la temporada
Llega la primavera, y con ella arranca la temporada de descenso de barrancos. Este año es una temporada atípica, venimos de restricciones de movilidad y eso es una variable que debemos tener en cuenta.
Sin duda esta es una temporada distinta, a los riesgos habituales hay que sumarles los que vienen derivados del tiempo de confinamiento y la falta de actividad. Habitualmente solemos empezar con barrancos de niveles inferiores a los que terminamos descendiendo la temporada pasada. Este año debemos ser más estrictos y comenzar, sin ningún tipo de duda, con barrancos más sencillos, mucho más sencillos. La falta de actividad y las ganas de hacer, son variables muy a tener en cuenta y es importante no caer en trampas psicológicas que nos lleven a plantearnos objetivos para los que aún no estamos realmente preparados.
Planificar debe ser un hábito, el principio de la temporada es el momento ideal para afianzar esta práctica. Debemos no engañarnos a nosotros mismos, y analizar nuestras carencias técnicas, físicas y psicológicas.
En esta época los caudales suelen ser elevados, debemos buscar información fiable y objetiva. Con ella evitaremos llevarnos desagradables sorpresas. Es importante no dejarse llevar por apreciaciones subjetivas de otros, con las típicas frases: “caudal alegre”, “estaba en su punto”, etc. Estudia la cuenca hidrológica, geomorfología del barranco y posibles deshielos, puedes extraer información muy interesante.
Valorar en función de vuestras propias capacidades y competencia, nivel técnico, material, Configura equipos homogéneos, en los que haya buena sintonía, un buen equipo es garantía de mejores decisiones, sobre todo si estas están basadas en un pensamiento reflexivo y enmarcadas dentro del marco de la asunción de riesgos tolerables. No caigas en trampas heurísticas, no te dejes llevar por emociones y pensamientos sesgados (Exceso de confianza, sobre-valoraciones personales, infra-valoración de la actividad, anclajes en el pasado, orgullo y ego, exceso de planeamiento, complacencia del grupo, percepción del riesgo, propensión al riesgo, familiarización, sesgo del experto, modelización de deportistas de élite, y un largo etcétera).
Antes de salir, entrena y practica las técnicas básicas, vuelve a manejar todo el material que puedas necesitar.
Busca reseñas, las mejores suelen estar en los libros, comprueba que la reseña se adapta al momento de caudal del barranco y por supuesto, que es fiable.
No nos cansaremos de repetir el mantra de las actividades siempre deben estar adaptadas a la persona con menos nivel del equipo. REPETIMOS, Conforma buenos equipos, homogéneos y con buena sintonía.
No solo de caudales vive el barranquista. Consultar previsión meteorológica para el día de actividad y los días anteriores es fundamental. Cada vez disponemos de información más fiable, consultarla y contrastarla es básico.
Consulta de nuevo con más frecuencia según te aproximes a la fecha del descenso, 48-24 horas antes suele tener una alta fiabilidad.
Presta especial atención a los avisos meteorológicos emitidos por AEMET.
Planificar planes B, C y D, es garantía de éxito y disfrute
Sin duda, el principio de la temporada es el momento ideal para, entrenar, formarse, recordar y mejorar habilidades a todos los niveles: técnico, toma de decisiones, físico, etc. No lo dudes, realiza algún curso, identifica tus carencias y mejóralas, fórmate.
Informa de tus planes a personas conocidas, no olvides que en muchas ocasiones ellos son los que pueden dar la voz de alarma si tu y tu grupo tenéis un problema.
El modo de vigilancia durante la actividad debe ser de “Desconfianza”, esto implica prestar especial atención a caudal, evolución de la meteo y estado del grupo. Esto significa una mayor vigilancia sobre la evolución de estos indicadores. Anticipación y modificación de la manera de superar los obstáculos, para evitar entrar en modo de “Alerta”. Valorar el uso de posibles escapatorias. Planifica las comunicaciones en caso de accidente y lleva botiquín.(formación en primeros auxilios).
Con todo esto sumado a las buenas decisiones que tomemos en el terreno nos garantizan un nivel de riego aceptable y que nuestras actividades sean seguras y como consecuencia que no tengamos accidentes o que reduzcamos las consecuencias de estos a valores tolerables. Recuerda que nuestro objetivo es disfrutar de una larga y feliz temporada. Buenos barrancos y felices montañas a todos y todas.